CARTA AL MAESTRO

CARTA A MI MAESTRO

Querida/o maestra/o:

     
    Escribo esta carta pensando en los profesores que he tenido este año, y me resulta difícil saber a quién dirigirla – ¡habéis sido todos estupendos!-. Este año ha sido duro para mí: después de muchos años he vuelto a “coger los libros”. Pensaba que sería más sencillo volver a la escuela, pero los años de inactividad escolar y la falta de “neuronas”, ¡por la edad!, ha hecho que muchas veces lo viera todo negro. La paciencia que habéis demostrado tener con nosotros, explicarnos las lecciones de forma sencilla y amena, y hacer los temas que resultaran interesantes, ha hecho más fácil la compresión de las asignaturas y las ganas por saber.

Pero con esta carta también quiero hacer una reflexión a mi época escolar de niño, creo que es la que más nos marca. Es, en la que unas personas cogen un libro en blanco y empiezan a escribir en él. Cuando iba al colegio de niño, igual no sabía comprender el valor de las enseñanzas que allí se impartían, ni el esfuerzo de unas personas que se empeñaban en que las aprendiéramos. Hoy, mirando atrás, desde la distancia que da el tiempo, no me queda más que agradecer a aquellas personas su esfuerzo, paciencia, interés e ilusión que ponían para que aprendiéramos. Grandes profesores (y personas) que transmitían sus materias con pasión, y esa misma pasión las transmitían a sus alumnos, lo que hacía que las materias que impartían fueran de lo más interesantes. Quiero aprovechar esta carta para agradecerles a ellos también lo que aprendí desde niño hasta la adolescencia. Al Sr. Milà: con el que la lengua castellana y la ortografía, junto con la historia, me hizo ver lo importante de la escritura y de los hechos acaecidos antes de mi nacimiento. Al Sr. Colom, con su moto “OSSA”, que nos enseñaba física y química. A la Srta. Góngora, que me enseñó que no había sólo el idioma castellano, sino que había más lenguas, ella me enseñó el francés (¡y tuvo mucha paciencia!). A la Srta. Eugenia, que me enseñó el valor de los libros y de sus autores, y lo que puedes aprender de ellos. Pero en especial le agradezco su esfuerzo a la directora de la academia, la Srta. Nuri, que con métodos que hoy serían poco ortodoxos, nos hacía que nos esforzáramos cada día, y que cogiéramos unos buenos hábitos de estudio, y a su marido, el Sr. Jordi, que nos transmitió el amor al cálculo y las matemáticas, el esfuerzo por comprender los números, y la perseverancia para poder resolver los problemas.

Después de este inciso de mis recuerdos, quiero volver a vosotros, los profesores que he tenido este año. Espero que de esta forma podáis entender el porqué de mi esfuerzo en aprender, aunque a veces haya sido un poco pesado en mis preguntas y en mis conjeturas.  Según mi manera de ver, este año os hemos servido de conejillos de indias al ser el primer año que se hacía el GES en el centro. Pero para vosotros también ha tenido que ser duro, todos los comienzos lo son. Pero desde mi parecer lo habéis sacado con nota, sobre todo nuestra tutora, que más de una vez nos ha demostrado la paciencia que tiene, la capacidad de enseñar y de adaptarse a las asignaturas que le correspondía impartir.

A todos os quiero dar las gracias. ¡¡¡¡Gracias!!!!  

TONI