domingo, 6 de mayo de 2012

CÓMO SERÍA UNA ENTREVISTA DE TRABAJO


CONVERSACIÓN DE UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
Llego a la oficina, cinco minutos antes de la hora acordada. Doy mis datos en recepción. Al recepcionista le informo que he quedado con el jefe de RRHH para una entrevista: un puesto de trabajo que queda libre. El recepcionista, muy amable, me invita a sentarme y esperar que me llamen para dicha entrevista. Avisa por teléfono que ya he llegado; mientras yo espero a ser llamado.
Al poco tiempo el señor amable me hace pasar a un despacho y me dice: “Espere usted aquí, que enseguida le atenderán”. Yo me siento delante de una mesa y espero. El sitio es acogedor. Respiro hondo e intento tener los nervios controlados (¡Estar tranquilo es imposible!) para dar seguridad. Se abre la puerta que está enfrente de la que yo he entrado. Entra un hombre de mediana edad, traje y seguro de sí mismo.
-¡Hola! ¡Buenos días! -Le saludo intentando expresar la mayor seguridad posible.
Él con una sonrisa amiga – supongo que intentando tranquilizarme- me devuelve el saludo. Y a partir de ese momento, empezamos la entrevista.
Entrevistador: ¿Sabe usted de que va el trabajo que tendría encomendado?
Yo: Sí. Cómo usted puede observar en el currículum que le envié, creo estar capacitado para el puesto que queda vacante. Me he preparado y formado. En cuanto esté una semana en este trabajo, vea la forma de trabajar del equipo, estoy seguro que me adaptaré perfectamente al funcionamiento de la empresa.
Entrevistador: El trabajo está relacionado con el trato con personas. Tendrá que atender y estar pendiente de los clientes, y si es posible, captar alguno más. ¿Cree que podrá desarrollar esta labor?
Yo: Por ese motivo no tiene que preocuparse. Tengo experiencia personal en ese terreno a causa de mi antiguo trabajo. Mi relación con la gente es buena. Estoy acostumbrado a tratar con personas. Además me gusta el trato con la gente; comunicarme con ellos y entablar un diálogo para llegar a saber cuáles son sus inquietudes, pienso que así puedo llegar a saber cuáles son sus necesidades y poder acceder mejor a ellos. De esta forma puedo venderle mejor los productos que ofrecemos. Para los que ya son clientes, también el trato con la gente me puede reportar ventajas, puesto que puedo tratarlos con paciencia y resolver las dudas que tengan sobre sus pedidos.
Entrevistador: Los clientes suelen ser muchas veces incisivos en los pedidos. ¿Cómo reaccionaría ante una situación así?
Yo: Con paciencia e intentando razonar. El cliente siempre tiene razón; y un cliente contento es un cliente para toda la vida. Siempre se le puede dar la vuelta para hacerle ver que la culpa del retraso no es por nosotros. Explicarle que el problema que ha tenido en el retraso o en los defectos que haya podido tener su pedido, le será solucionado a la mayor brevedad posible. Y que en caso necesario le podemos hacer alguna oferta o compensarlo con algún detalle en el próximo pedido que nos haga. Claro está, que dentro de unas circunstancias y siempre que la culpa sea nuestra.
Entrevistador: Está usted muy seguro de sí mismo. Pero en la empresa también se hacen cursos de reciclaje y preparación para la formación. ¿Usted tendría disponibilidad para poder hacer estos cursos?
Yo: Es más, aparte de tener tiempo, yo pienso que en el mundo de la empresa siempre hay que estar formándose. Hay que estar a la vanguardia de los nuevos métodos que van saliendo. Un trabajo, yo lo considero una forma de evolucionar en el que cada día hay que aprender una cosa nueva.
Entrevistador: ¿Y libertad de horarios?
Yo: Siempre que lleguemos a un acuerdo, no tengo inconveniente en variar horarios o quedarme más tiempo. Además a tratar con clientes, en alguna ocasión acabaré más tarde de mi hora. Pero eso siempre se puede arreglar más adelante, ¿no?
Entrevistador: Por supuesto, eso siempre se puede solucionar. Lo veo seguro y me gusta. Aunque como comprenderá, he de entrevistar a más personal.
Yo: De las condiciones contractuales no hemos hablado. ¿Le importaría informarme sobre el tipo de contrato y el salario que recibiría por mi trabajo? Si tiene tiempo. Por favor.
Entrevistador: Las condiciones del contrato serían de seis meses prorrogables, con un mes de periodo de prueba. Si todo fuera del agrado por ambas partes se pasaría a un contrato indefinido.
En cuanto a las condiciones salariales, serían catorce pagas al año, y el sueldo lo estipulado en el convenio del sector.
Yo: Le agradezco el tiempo que me ha dedicado y que me haya recibido. Espero ser del agrado de la empresa, ya que el puesto me interesaría.
Entrevistador: Si lo hemos llamado, es por las referencias que tiene en su currículum. No le puedo asegurar que le llamemos a usted, como le he dicho tengo que entrevistar a más personal. Pero tenemos sus datos de contacto, y me ha gustado la seguridad que ha demostrado. Ahora si no se le ofrece nada más me tengo que ir a una reunión.
Yo: No. Le reitero las gracias por haberme recibido y haberle robado un poco de su tiempo. ¡Gracias!
Así, una hora después, salía del despachito tras haberle estrechado la mano al jefe de RRHH y despedido de él. Lleno de ilusiones esperando que me llamen para el trabajo.
  

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